miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cerrando círculos

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.


Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, házlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!


Paulo Coelho

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es tan cierto aquello q escribe^el amigo Paulo.... es tan cierto como q: Sin aire nose puede vivir!!! pues D nada sirve vivir pegado al pasado y es necesario por el bien de muchos y en especial de uno mismo cerrar el circulo...y seguir.

Felicitaciones xavi.(a)mogomogoso Un muy lindo blog...
Espero no descuides a tu hijo( se puede decir un blog es como un hijo..)... Quizás st sea mi primer, único o uno de los tantos comentarios q deje por aqui...

A colokr muchas cosas interesantes.. ehh... y quizas un poco de musikita...q tienda a hacer mas interesante aun el sitio.... ya sabes q una buena lectura y una buena melodia van a pelo....

Bsote con baba sabor a guayaba... July...:)

in-nocent dijo...

Sí, hay que cerrar círculos, lo sabemos, pero no veas como cuesta.
Hay cosas que són fáciles de cerrar, o que se cierran solas y te dejan un recuerdo agradable.
Hay círculos que no son tan faciles de cerrar, cuando suponen desprenderse de personas que son o han sido importantes para ti y más cuando piensas que si cierrar este circulo alomejor nunca más vuelva abrirse.
Me gustaria saber más mirar adelante sin girar la cabeza tan amenudo como lo hago, pero mis viajes han llenado mucho mi maleta y me cuesta mucho viajar ligera de equipage.
Te envidio
Besos

Anónimo dijo...

"Nos levantamos. Cada dia la vida empieza de nuevo. La vida es un acto de existencia y de reexistencia. Vivimos. Revivimos. Pero todo se sostiene en la memoria. Somos lo que recordamos. La memoria es nuestro hogar nomada. Como las plantas, o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz. Van hacia delante, a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor. Hay un dolor parecido al del dolor de muelas, a la pérdida física, y es perder algun recuerdo que queremos. Esas fotos imprescindibles en el album de la vida. Por eso, hay una clase de melancolía que no atrapa, sino que nutre la libertad. Y en esa melacolía, como espuma en las olas, se alzan los sueños"
Manuel Rivas

¡alcanza tu sueño, ave emigrante!
Sonia