martes, 23 de septiembre de 2008

Cuando el sol se va...


Madrugones a las 5 de la mañana, cantidad de kilómetros a pie o en auto, intenso frío acompañado de tiritera, salir corriendo al finalizar la jornada laboral en invierno para no llegar tarde al evento, rallies por caminos imposibes tratando de alcanzar un punto elevado y llegar en el momento justo... Estas son algunas de las situaciones que he tenido que vivir para disfrutar de uno de los mayores espectáculos de la Naturaleza. Una mezcla de luz y color única de la que podemos disfrutar a menudo si hacemos un pequeño esfuerzo.

Este es el resultado fotográfico de varios años de búsqueda y contemplación de amaneceres y atardeceres.



Tema: La piedra redonda
Artista: El último de la fila
Álbum: Como la cabeza al sombrero
Año: 1988

Lo que tengo lo llevo conmigo
en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo,
lo que quiero está siempre tan lejos
quizá al final de este absurdo camino.

A veces, cuando el sol se va,
tiñendo de violeta la esquina del mar
comprendo que nunca tuve nada y que
muy probablemente nunca lo tendré.

Uuuuh!... Sólo el beso de tu voz en el alma.
Uuuuh!... Y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor.
Me siento tan solo, no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.

Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
En tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévame, aire del camino,
hasta donde nadie me pueda encontrar.

A veces, cuando asoma el sol,
llenando de diamantes la quietud del mar,
me doy cuenta de que siempre fue así;
siempre estuve solo y siempre lo estaré.

Uuuuh!... Cuántas veces soñando despierto.
Uuuuh!... Creo verte entre la multitud.
En algún lugar alguien debería escribir
que este mundo no es más
que una enorme piedra redonda.
Me siento tan solo, que no sé en qué dirección correr,
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.

Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
Y en tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eyyy Xavi!!! no dejas de sorprenderme, no conocía esa faceta tuya de cazador de atardecer/amaneceres, a mi me encantán esos en los que se pone el cielo rojo que parece que se está quemando :D; Me encanta el cariz que está tomando el blog, sigue con ello que tienes mucho que aportar, yo estaré por aquí siguiéndote (PILAR)

Anónimo dijo...

Hola xavito!!

no sabia yo de la existencia de este blog!! lo tienes desde hace dias ya y no habias dixo na eh!!jeje

me mola muxo, aunque no me lo he leido todo, ya te iré comentando!!
un besooooooo

in-nocent dijo...

Veo que tu también caíste... je je
Espero que no lo dejes, que no lo pierdas, especialmente cuando estés lejos pues el blog puede ser una forma de contacto muy directa y personal.
Y sigue currándotelo como hasta ahora, que me has dejado el listón muy alto.
Cada dia aprendo un poquito más sobre ti, ahora que nos dejas! je je
Besos